Luis González González

Maestría Peridosimo Digital

 

 

Desde el primer instante frente a Gioconda Torres de Bianchini, la nueva contralora de la República, la impresión que transmite no deja dudas de su carácter sencillo. Incluso, y sin querer exagerar, se diría que hasta su mirada irradia dulzura. Sin embargo, al pasar los minutos tampoco deja dudas de que su charla amena no es relajo. Sabe que debe ser ahora “una dama de hierro” provista de estrategias para el éxito en su misión. No teme a que la califiquen de “tacaña”, es más, de los contralores en los últimos 20 años toma como ejemplo a Rubén Darío Carles, pero se apresura a mencionar también a Dany Kuzniecky.

 

Dice que ha dado vuelta a la página en cuanto a su trabajo en Ricamar, empresa del ahora presidente de la República, Ricardo Martinelli. Desde este enero emprendió su “compromiso con el pueblo”.

 

-El cargo de contralora, usted es la primera mujer que lo ocupa semejante responsabilidad. ¿Qué se siente, qué ha pensado?

 

Realmente, —contesta con el rostro serio, algo tensa, su voz natural y los dedos de las manos entrelazados sobre sus rodillas, sentada— pienso que no quiero que me vean como la primera mujer contralora, sino como la persona que hizo grandes cambios en la Contraloría. Espero, con todo lo que me da la ley, poder realizar grandes cambios dentro de la transparencia y dentro del marco de lo legal.

 

-¿Cuál será la primera tarea que ejecutará?

 

La primera tarea será tratar de hacer un cambio en la mentalidad de todos mis fiscalizadores. Porque además de fiscalizar, nosotros debemos ser facilitadores de la gestión pública. Ya en cuanto yo realice ese cambio, yo creo que tengo el 50% de las necesidades del pueblo cubiertas porque si nosotros hacemos que el dinero corra en el país, los cheques los tenemos más rápido y las gestiones las tenemos más rápidas, ese dinero va a hacer que la economía se agilice y se mejore. Y eso le va a dar al pueblo panameño mucho más dinero para todo, para que no estén pensando en que todo está atrasado, además los costos van a ser menores.

 

-¿De uno a tres, cómo enumera sus tres principales metas?

 

– La contralora soltó presión a sus pulmones y repasó rápido la pregunta con dedos inquietos– . 

 

"Bueno, uno es el cambio de mentalidad entre los funcionarios. Dos, la transparencia, y tres minimizar todo lo que sea corrupción y peculado".

 

- En esta última prioridad, la corrupción, que todos los gobiernos han prometido afrontar pero no ocurre. ¿Cómo hara para acabarla?

 

Con más fiscalización y más auditorías, pero auditorías puntuales que vayan al grano porque nosotros no podemos perder tiempo en estar en cosas así como muy grandes, sino que vamos a lo puntual y en la medida que las personas se sientan fiscalizadas, va a bajar mucho la corrupción.

 

-¿Auditorías?

 

Lo que pasa es que en Contraloría tenemos dos controles: la fiscalización en los ministerios y tenemos la auditoría general. Pero nosotros también tenemos un plan para mejorar las auditorías internas. En la medida de que estas auditorías internas tengan el control interno, el control de cada institución, entonces nosotros como auditoría general iríamos a los puntos más grandes.

 

-¿En pocoas palabras esto va a ser fiscalización a los fiscalizadores?

 

Exacto. El 4 (enero 2010) que yo entro ustedes van a ver que ya tengo algunas acciones que no se las puedo decir desde ahora. Pero el mismo 4 vamos a comenzar, o sea, que esto no es esperando dentro de un mes, no. Ya nosotros hemos hecho muchas reuniones con mi equipo y ya tengo todas las acciones repartidas, ya todo el mundo sabe qué hacer. Con esto del FECE que estoy muy preocupada ya tengo unos cambios que hacer y.. espero que con el seguimiento que les voy a dar se mejore, en la medida que pase el tiempo porque también, lo que pasa es que como yo siempre he sido auditora y he aprendido de que nosotros somos cinco revisando, pero resulta que hay treinta mil pensado qué hacer para que lo que yo reviso, no sea. Por eso es que en la medida de que vaya al campo y viendo, entonces yo voy cambiando mis estrategias. Por ejemplo, una de las cosas que yo voy a hacer a la atención al público que nosotros tenemos le voy a poner cámaras. Pero esas cámaras, si yo las veo toda la vida así, ya ellos saben que ésta cámara mira hacia allá. Entonces, esas cámaras no van a estar siempre así. También otra cosa que voy a hacer es darle mucho incentivo a los empleados dentro de lo que yo pueda con mi presupuesto. Voy a uniformarlos. Solamente con que tu los saludes, con que tú los uniformes, con que tú les des cursos dentro de sus áreas, con que tú le des psicólogos, yo unos psicólogos que van a estar ayudando. Esa atención que se le dé a ellos va a traer un cambio, porque la persona que se siente que lo están mirando, no solamente fiscalizando sino que lo están atendiendo, esa persona se va a sentir mejor y creo que dan.. Habrán algunos que dan mucho más, que aquellos que si tú llegas y ni siquiera los miras. Lo digo porque yo fui mucho tiempo empleada pública y yo veía estos ministros así como..

 

-Otro caso un poco más polémico que se ha manejado bajo perfil y ahora está por estallar es el FIS,  con dineros perdidos. Se sacó a un asesor legal en el SPI, entre otros 30 funcionarios, incluidos dos de jerarquía, pero todo muy calladito.   

 

Yo verdaderamente de ese caso no sé. Cuando llegue, primero veré con mis auditores para ver qué estrategia usaremos para ir a verificarlos. Y también traeré a los fiscalizadores. Ya cuando yo tenga el diagnóstico con ellos entonces ya veremos por dónde es. Pero sí vamos a revisarlo, eso es prioridad uno para mí porque yo creo en que ya que me tocó esto de verificar todo lo que es el dinero del país, por lo menos contribuir para que cuando yo salga, el dinero que está esté y el que se robaron que las instancias superiores se encarguen. Por eso le digo que tengo mucho que hacer en cuanto llegue. Pero primero tengo primero que enterarme porque una cosa es lo que se dice por ahí y otra es lo que se encuentra.

 

- Mucha suspicacia causan las contrataciones directas. Por un lado las supuestas urgencias del gobierno y por otro la contratación de amigos con empresas.  ¿Cuál será su equilibrio para que no haya corrupción?

 

Tengo entendido que ya las contrataciones directas se han bajado porque pareciera que, es verdad, cuando llegaron con la urgencia de hacer las cosas ellos creyeron que eso era lo mejor. Con respecto a que si son o no son amigos del gobierno, pues tampoco lo sé porque no he visto los documentos. Lo que yo voy a ver es que si lo que contrataron es lo que dice el pliego, y si lo que dice el pliego son las necesidades. Si todo eso está bien, sea el que sea, está bien la contratación, pero verdaderamente lo que necesitamos nosotros es que lo que nos vayan a dar en la contratación sea de real necesidad dentro de un precio razonable. Entonces eso es lo que voy a ver. Pero ya las contrataciones directas las están quitando porque yo me imagino que no tenían la experiencia y creían que lo otro era como muy lento. Y en eso es lo que también hemos dicho que les vamos a ayudar, vamos a tratar que los tiempos se bajen para poder que se hagan las cosas como debe ser. Una forma de pensar mía es que también es importante ver los pliegos porque a veces compramos cosas que son las más baratas y luego no sirven. Recuerdo que cuando estaba en Hacienda y Tesoro se compraban sillas y yo, que no peso nada, luego se dañaban porque eran las más baratas. Es decir, no solamente es que tenga que ser lo más barato, sino que tengan todas las especificaciones.